Se trata de introducir suero fisiológico o una solución salina con mucho cuidado por los orificios de la nariz.
El lavado nasal: – Limpia y arrastra la mucosidad de la nariz – Limpia los alérgenos e irritantes de la nariz – Disminuye la hinchazón de la nariz
¿Cuándo se puede hacer?
Si el bebé tiene la nariz con mocos y le está costando respirar y/o comer, hay que limpiarle la nariz un poco. Es cierto que después del baño, los mocos salen más fácilmente ya que el vapor del agua fluidifica un poco la mucosidad.
¿Y cuántas veces al día? Se puede hacer tantas veces como le haga falta, aunque debemos tener en cuenta que no les gusta nada. Por eso, si sólo les queda un poco de moco que no les impide respirar ni comer, lo mejor es no insistir y volver a hacer los lavados cuando sea necesario.
¿Qué se utiliza?
El suero fisiológico es lo más utilizado y cómodo a la hora de limpiar la nariz del bebé. Se trata de agua a la que se ha añadido sal para que esté en una proporción “fisiológica”, es decir, para que se parezca a los fluidos de nuestro organismo. Por eso es adecuado para limpiar heridas, ojos, nariz…
También se puede preparar una solución salina en casa, con un vaso de agua tibia, una cucharadita de sal sin yodo (el yodo puede producir irritación) y una pizca de bicarbonato; cambiando la mezcla y haciéndola en cada lavado nasal.
El suero fisiológico ayuda a fluidificar (hacer más “líquidos”) los mocos y a arrastrarlos para que el bebé los saque hacia afuera o bien para que se los trague. No pasa nada porque se los trague, ya que saldrán mezclados con las cacas.
Puedes comprar el suero fisiológico en ampollas unidosis, que lo hace más cómodo e higiénico e incluso en aerosol, que al parecer disuelve mejor los mocos y les molesta algo menos.
Un truco: si se utiliza el suero fisiológico a una temperatura similar a la del cuerpo del bebé, le molesta bastante menos que si lo administramos frío. Para calentarlo es suficiente con tenerlo un rato en las manos o en un bolsillo. También necesitaras pañuelos de papel desechables y una toalla mediana.
¿Cómo se hace un lavado nasal?
Es importante que lo tengas todo preparado antes de empezar. Tanto si vas a utilizar suero fisiológico en aerosol como en monodosis, tienes que tener estirado al bebé sobre una superficie que te sea cómoda a la altura como el cambiador o en la cama (no en una cuna). Explícale que le vas a hacer, por que no le va a gustar nada! Una vez lo tengas acostado tienes que sujetarle la cabeza hacia un lado y administrar el suero en el orificio que queda arriba.
Esperas unos segundos y repites la maniobra pero con la cabeza girada hacia el otro lado. Luego lo incorporas y le limpias con un pañuelo de papel el suero y mocos que puedan salir por la nariz. Piensa que a casi ningún bebé no le gusta nada que le hagan lavados, por lo que es muy probable que se mueva mucho, y más cuánto más mayor se va haciendo, por lo que te puede ayudar envolverlo en una toalla, como si saliera de la bañera, para inmovilizarlo.